Se trata de un agente extintor formado por sustancias químicas (sólidas), a las que se les añaden diversos compuestos que mejoran sus características, asegurando una fácil proyección, buena conservación y evitando su apelmazamiento.
Además, los productos resultantes de su descomposición por efectos del calor, no deben resultar tóxicos. El polvo químico, además, cuando sale proyectado forma una nube que ejerce un efecto reflectante que protege al operador de la irradiación del calor del fuego.
Propiedades extintoras:
El mecanismo de extinción primario del polvo químico es el de inhibición. Al ser descargado sobre las llamas, se combina con los radicales libres y rompe la reacción en cadena. El polvo químico, en general, no es conductor de la electricidad, no obstante, las características específicas de cada tipo de polvo marcarán el límite de tensión sobre la que pueden ser utilizados sin riesgo.
Inconvenientes: Hay que tener en cuenta que el Polvo, aún no siendo tóxico, puede crear problemas en su utilización al provocar una atmósfera de polvo que impide la visión y puede irritar las vías respiratorias La mayor parte de los polvos químicos son incompatibles con las espumas, la destruyen. Si fuera preciso utilizarse conjuntamente, deberá utilizarse un tipo de polvo especialmente diseñado a tal efecto.
Medios para su aplicación:
- Extintores portátiles.
- Sistemas fijos de disparo automático.